Relaciones Públicas: se trata de la filosofía de
organización que se traduce en una serie de acciones de comunicación,
generalmente de carácter informativo, cuyo objetivo general es crear o
modificar actitudes, creencias o conductas del público objetivo. Un público
objetivo que puede ser físico (una persona) o jurídico (una empresa).
Comunicación
corporativa es el conjunto de actividades (entre ellas la publicidad) que se
combinan entre sí con el único fin de proyectar hacia dentro y hacia fuera la
imagen de la empresa, por lo que habrá comunicación interna y externa. La
propia institución será la encargada de transmitir los mensajes. El corporativismo surge en la
Edad Media y su forma de comunicación era la marca heráldica, cuyo objetivo era
proteger los territorios productivos y mercantiles para conseguir así que otras
agrupaciones no lo invadiesen.
Era una forma de evitar la competencia y autodefenderse.
La marca heráldica sería asimilada por el grupo artesanal y sería la primera
garantía de origen que tendrían los productos, ya que el consumidor, desde el
momento en que pudiera identificar el producto con el fabricante, podría
reclamar. A la marca
heráldica se le sumaría además el control estatal. Aunque aún no se puede
hablar de marca como tal, por no estar registrada.
La marca identifica al producto y el consumidor
se identifica con los atributos que se le den al producto. A las tradicionales etiquetas
que acompañan al producto se le añaden elementos gráficos que asumirán el
concepto nuevo de identidad e información (persuasiva). A esto se le sumará la
emotividad de la imagen.
En el momento en que esa etiqueta o cartel tiene éxito, esa marca se convierte en identificadora de la empresa. Se trata del antecedente de la marca actual.
Será en la mitad del siglo XX cuando la marca consiga autonomía gráfica y quede como la marca actual.
Todos estos factores unidos conducirán a lo que hoy conocemos como marca. La marca actual ha vendido y vende productos en el mercado de compra/venta, pero también los alaba y elogia en el mercado de la comunicación.
En el mercado de productos, la empresa se caracterizaba por la facturación, la cuota de mercado y por la variedad de los productos que ofrecía. En cambio, en el mercado de la comunicación, la empresa aparece como un nombre y será el producto o la marca el intermediario para llegar al público objetivo. Por esto, en el mercado de la comunicación, además de competencia entre productos, habrá competencia entre empresas.
A partir de la primera mitad del XX, la marca se convierte en la señal de identidad y desde ese momento, las relaciones van a girar en torno a la empresa (no al producto). Y más que en torno a la empresa, en torno a la marca.
La identidad corporativa está compuesta por la
identidad visual (la marca), la identidad verbal (el logotipo) y la filosofía
de empresa.
Logotipo.
Logotipo.
Bibliografía: La dinámica
de la comunicación masiva, Dominick Joseph R., Editorial, Mc Graw Hill, octava
edición.
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