Las
tres formas básicas de programas televisivos son los de ficción, no ficción y
programas en directo. Los programas de ficción son sobre todo series de
sobremesa, comedias de situación, series dramáticas y películas para
televisión, incluyendo las mini series (una película en varias partes). Los
programas de no ficción más habituales son los concursos, debates, noticiarios
y magazines (espacios informativos que se nutren de noticias variadas dentro de
un formato que busca el entretenimiento).
La televisión en directo se limita
generalmente a los deportes, entregas de premios, cobertura de noticias en
telediarios y algunos espacios diarios de testimonios o debates.
La
mayoría de programas de televisión están producidos por compañías ajenas a la
cadena que los emite, a la que venden los derechos de emisión. La cadena
financia la producción vendiendo espacios publicitarios.
El
diseño y producción de las imágenes en televisión corresponde hoy día a un
esquema estandarizado y aceptado convencionalmente en todos los países. La
operación de los instrumentos necesarios para poner en funcionamiento una
estación transmisora, exige la colaboración continua y sincronizada de un
numeroso equipo humano, entre profesionales, técnicos y personal
administrativo. Todos con un objetivo común: lanzar al aire una señal
electromagnética que contiene información codificada, la cual al ser captada por
un receptor dará como resultado un programa de imagen y sonido, cuya duración
puede abarcar las 24 horas del día.
Todo
comienza en un espacio especialmente construido y acondicionado para evitar
interferencias por el ruido de la calle y por las condiciones variables de la
luz natural. Un estudio de televisión es un espacio cerrado que dispone de un
sistema de iluminación artificial compuesto de reflectores de alta potencia,
capaces de iluminar un área de varias docenas de metros cuadrados y, en algunos
casos, espacios tan grandes como el de un auditorio con cupo para cientos de
personas.
Con
un micrófono muy sensible colocado en una barra móvil (boom) que pende sobre
las cabezas de los actores. El audio también puede registrarse con pequeños
micrófonos (levaliere) prendidos en el vestido de los actores. En el foro
intervienen, además de los camarógrafos, iluminadores, sonidistas, tramoyistas,
apuntadores, escenógrafos y otros técnicos especializados. Toda la actividad
del foro la conduce y organiza un jefe de piso (floor manager) quien, a su vez,
recibe instrucciones desde la cabina de control.
La
imagen registrada por las tres cámaras se envía por medio de cables al interior
de una cabina, desde donde se conduce la acción del foro. Las señales de video
de las tres cámaras se reciben en una consola mezcladora (mixer), que opera un
técnico (switcher). Éste observa las tres imágenes en tres monitores de
televisión, las selecciona y las mezcla, estableciendo el orden en que serán
grabadas o enviadas al control central para su inmediata transmisión. El
switcher es el encargado de dar indicaciones a los camarógrafos de cómo y
cuándo emplazar las cámaras y de efectuar los encuadres precisos.
Desde
la cabina del estudio se controla también la iluminación y la inserción de
fondos musicales, de fotografías fijas (stills) o de películas filmadas que
complementen la transmisión en directo. El sonido que proviene del estudio
(audio) se acopla a una consola independiente del video. En la consola, el
audio se puede modificar (distorsionar, amplificar o mezclar), o añadirle un
fondo musical para conferirle un carácter particular.
La
tarea de control de sonido la realiza un operador de audio, quien se encuentra
en el interior de la cabina junto con el responsable de la producción del
estudio: el director del programa. El director es el profesional que cuenta con
mayor experiencia y puede resolver y conducir toda la actividad técnica y
artística. Éste se apoya en un asistente de dirección, quien se encarga de la
ejecución del guión y de algunos aspectos de la producción.
Pero
la aportación más asombrosa es la aplicación gráfica de los equipos
computarizados. Es el caso del Chyron, un generador digital de barras, líneas y
gráficas en movimiento, con texturas y colores, o el Mirage, que puede
distorsionar esféricamente o colocar en perspectiva una imagen fragmentándola
en pequeños cuadritos. La utilización de los equipos de cómputo es
indispensable. Un ejemplo representativo de estos instrumentos es el lápiz y la
paleta electrónica, conocidos comercialmente como Paint Box.
Este
aparato es capaz de estructurar cualquier figura geométrica regular o irregular
y "pintarla" con una gama de 16 millones de colores (variando
matices, tonos, saturaciones, brillo, color, contraste, etcétera). También es
posible animar tales figuras, pintar o borrar secciones, cuadro por cuadro (un
segundo de video tiene 30 cuadros), e incluso se puede separar cada punto de la
estructura visual del monitor (pixeles) y darle un tratamiento de forma, color
y volumen con un alto grado de definición.
El
equipo de producción para un programa de televisión está formado por personal
creativo como actores, guionistas, directores y productores, además de una
plantilla técnica de operadores de cámara (véase Fotografía), electricistas y
técnicos de sonido.
El
productor ejecutivo es el responsable absoluto del proyecto y habitualmente es
quien concibe la idea y se encarga de venderlo a las cadenas; debe responder
del presupuesto y todo el equipo creativo, incluidos el director, guionistas y
productor en línea, además de los principales protagonistas del reparto. El
productor en línea, subordinado al productor ejecutivo, se encarga del plan de
rodaje, presupuesto, personal y todos los aspectos logísticos de la producción.
El
guionista o guionistas desarrollan los guiones de cada capítulo. A menudo
trabajan durante la preproducción y los ensayos para corregir los problemas que
pudieran encontrar los actores o directores o revisar el guión por problemas de
presupuesto o producción.
El
director, a las órdenes del productor ejecutivo, ayuda a elegir actores,
localizaciones y el aspecto del diseño visual de la producción, como el
vestuario. Además, el director se encarga de los movimientos de la cámara y es
responsable de la interpretación de los actores. Después del rodaje edita la
cinta en vídeo, a esto se le conoce como montaje del director.
Los
actores trabajan bajo las órdenes del director para dar vida a un personaje.
Son elegidos por el productor, la mayor parte de las veces mediante una serie
de pruebas. Una vez contratados, memorizan su parte del guión y habitualmente
participan en ensayos previos al rodaje o grabación del programa. La figura del
presentador es propia de los programas informativos, deportivos y de debates;
en algunos casos aportan comentarios en directo, otras, sobre todo en el caso
de los informativos, leen los contenidos en tarjetas o en un aparato llamado
TelePrompTer, que muestra las palabras en una pantalla.
El
jefe de producción es responsable de todos los elementos físicos de la
producción, como el equipo, el personal o las localizaciones. Los ayudantes de
dirección dependen del director y se encargan de organizar el set, los extras y
cualquier otra cosa que pueda necesitar el director. El director de fotografía,
que opera la cámara, se ocupa de la iluminación y el movimiento de la cámara.
El
director artístico, responsable del diseño de producción, dirige el diseño,
construcción y acabado de decorados y vestuario; a menudo tiene bajo su
responsabilidad a maquilladores y peluqueros. El operador de cámara maneja la
plataforma móvil que sujeta la cámara (dolly) y otros instrumentos de apoyo,
como los soportes que se utilizan para fijar la cámara a coches o grúas.
Bibliografía:
La dinámica de la comunicación masiva, Dominick Joseph R., Editorial, Mc Graw
Hill, octava edición.