Los
primeros que lo lograron fueron el americano Thomas Alva Edison y su
colaborador Willian Kenndy Laurie Dickson . Inventor del fonógrafo (1877).
Edison intento realizar hacía 1887 lo que había hecho para el sonido. (Un
primer dispositivo de Dickson se parecía de hecho a un fonógrafo: pequeñas
fotografías inscritas a la largo de un cilindro eran "inmovilizadas al vuelo"
por breves rayos luminosos.) Edison y Dickson utilizaron, como Marey, la
película de celuloide.
Pero introdujeron un perfeccionamiento
decisivo: unas muescas regularmente espaciadas, abandonadas en 1889 por las
perforaciones, permitían mantener la equidistancia de las imágenes. Para
obtener el movimiento intermitente del tambor dentado que arrastraba la
película, Edison y Dickson intentaron en primer lugar mecanismos propios de la relojería
(escape de ancla, cruz de Ginebra) antes de quedarse con un mecanismo de escape
de discos perpendiculares: girando de forma continua, un disco agujereado por
una hendidura liberada una vez por giro la rotación de un segundo disco que volvía
a percutir, por medio de un saliente y después de una rápida rotación, contra el
primer disco, etc.
En
1890-91 nacía de esta forma el Kinetógrafo, que era la primera verdadera cámara
de la Historia del cine. Y es bastante extraordinario que las especificaciones
definidas en aquella época por Edison -para la anchura de la película, la
disposición de las perforaciones, el número de perforaciones por imagen- sean
hoy en día salvo pequeños detalles, las estándar.
Proyectando
sus películas con un dispositivo de avance intermitente, Edison había inventado
completamente el cine.
Curiosamente, este empresario sagaz no creyó en el
futuro comercial del proyecto. Concibió una máquina de monedas, el Cinetoscopio,
en el que una banda de alrededor veinte metros de película, desfilaba de forma
continua detrás de un visor individual, las imágenes quedaban
"inmovilizadas al vuelo", ante una pequeña bombilla eléctrica, por un
disco obturador con hendiduras. Fabricado en serie a partir de 1893, el
cinetoscopio constituyó una atracción de feria muy apreciada, incluso en
Francia.
Bibliografía: La dinámica de la
comunicación masiva, Dominick Joseph R., Editorial, Mc Graw Hill, octava
edición.
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