El
cable interactivo permite al usuario establecer una comunicación directa con su
servidor. De este modo el telespectador puede participar en concursos,
solicitar una película en un canal de pago, realizar compras, transferencias
bancarias, etc. La interactividad abre un amplio abanico de posibilidades que
prometen constituir una revolución en la concepción de la televisión.
Los
orígenes del interés por la interactividad del cable hay que situarlos a
finales de la década de los 70. Entonces se pensó que el cable podría resultar
una buena herramienta para fomentar la educación por vía de la televisión.
También el sector de los servicios sociales y económicos podrían verse
beneficiados si se consiguiese establecer una línea comunicativa de doble
sentido entre el servidor u operador de cable y el usuario.
La
National Science Foundation (NSF) se interesó por esta posibilidad y financió
diversos experimentos llevados a cabo en Spartanburg (South Carolina),
Rockville (Illinois) y Reading (Pennsylvania). De estas investigaciones se
desarrollaron dos sistemas de cable interactivo: el sistema QUBE y el INDAX.
El
primero fue probado a partir de 1977 en Columbus (Ohio) y posteriormente en
Cincinnati y Houston. La empresa encargada de su desarrollo era la Warner Amex
Cable Communications. Se basaba principalmente en un sistema o central
informática que, mediante una red a la que estaban conectados todos los
usuarios, rastreaba continuamente el 'estado' de los receptores de la señal.
Propiamente no era un sistema de doble sentido, pues el usuario no podía enviar
mensajes a la central. Ahora bien, mediante el teléfono éste podía participar
en concursos, solicitar películas o programas de pago, etc. . Así se establecía
una mínima comunicación entre servidor y usuarios.
El
segundo sistema, denominado INDAX (Interactive Data Exchange), fue testado en
San Diego (California) y posteriormente en New Orleans y Omaha. En esta ocasión
el usuario disponía de un teclado alfanumérico con el que sí podía establecer
contacto directo con el operador de cable u otros servicios: realizar
operaciones bancarias desde casa, compra de artículos en tiendas conectadas al
sistema o red, sistemas de alarma antirrobo o de incendio, etc. .
Este
interés por la doble comunicación a través del cable o interactividad, promovió
también otros conceptos como la Addressability (capacidad del operador de cable
para contactar directa y personalmente con el usuario, de forma personalizada)
y el Polling (sistema de medición de audiencias, gustos, encuestas).
Debido
a las ventajas que la interactividad ofrece a la sociedad, las autoridades
exigen a los nuevos operadores de cable como requisito para obtener la licencia
la condición de que su sistema presente tales características. Si bien, las
propias empresas ya han observado que la interactividad constituye el futuro
inmediato de la tecnología del cable y por ello invierten recursos en su
investigación.
Pese
a las buenas perspectivas y la capacidad interactiva de las líneas de cable que
hoy están en servicio, el mercado aún no está completamente inmerso en esta
fase o etapa de desarrollo tecnológico. El temor a lanzar un sistema que quede
obsoleto, dada la velocidad actual de los cambios tecnológicos, así como las
pérdidas económicas que de tal hecho pueden derivar, ha posicionado a las
empresas del sector en una actitud de mutua vigilancia, en espera de ver quien
da el primer paso.
Bibliografía:
La dinámica de la comunicación
masiva, Dominick Joseph R., Editorial, Mc Graw Hill, octava edición.
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