Los nuevos medios, algunos de sus contenidos y quienes los elaboran les van dando al periodismo nuevas dimensiones que la legislación no contempla. Pronto eso será un obstáculo para la construcción de un periodismo más rico y eficaz.
Para la mayoría de periodistas y estudiantes de periodismo, los llamados profesionales son los únicos periodistas. Ese es el punto de vista dominante entre muchos colegas con quienes reflexionamos sobre esto. Entre los estudiantes, el deseo que más se escucha es trabajar en un diario tradicional en su edición de papel porque es la que tiene más prestigio.
Mientras tanto, personas que no tienen nada que los habilite formalmente (título, experiencia) empiezan a participar en la producción de información que tiene relevancia social. Producen videos, textos y fotos de acontecimientos a la par de los medios tradicionales y sobre temas que los profesionales no quieren o no pueden cubrir: tsunamis, atentados, etc.
El periodismo tradicional ha perdido el monopolio de la mediación. Las nuevas tecnologías permiten que las personas se conecten como nunca antes. Así, producen contenidos originales (o re-elaboran contenidos ajenos) que pueden insertarse en el campo amplio del periodismo.
Hay y habrá periodismo hecho sólo por amateurs; también periodismo de amateurs en colaboración con profesionales, y también periodismo producido sólo por profesionales. Ninguno podrá prescindir del usuario activo. Su participación es hoy imprescindible para enriquecer el oficio.
Bibliografía:
La dinámica de la comunicación masiva, Dominick Joseph R., Editorial, Mc Graw Hill, octava edición.
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