Los orígenes de Internet se remontan a más de veinticinco
años atrás, como un proyecto de investigación en redes
de conmutación de paquetes, dentro de un ámbito militar.
A finales de los años sesenta (1969), en plena guerra fría,
el Departamento de Defensa Americano (DoD) llegó a la conclusión
de que su sistema de comunicaciones era demasiado vulnerable. Estaba basado
en la comunicación telefónica (Red Telefónica Conmutada,
RTC), y por tanto, en una tecnología denominada de conmutación
de circuitos, (un circuito es una conexión entre llamante y llamado),
que establece enlaces únicos y en número limitado entre importantes
nodos o centrales, con el consiguiente riesgo de quedar aislado
parte del país en caso de un ataque militar sobre esas arterias
de comunicación.
Como alternativa, el citado Departamento de Defensa, a través
de su Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados (Advanced
Research Projects Agency, ARPA) decidió estimular las redes de ordenadores
mediante becas y ayudas a departamentos de informática de numerosas
universidades y algunas empresas privadas. Esta investigación condujo
a una red experimental de cuatro nodos, que arrancó en Diciembre
de 1969, se denominó ARPAnet. La idea central de esta
red era conseguir que la información llegara a su destino aunque
parte de la red estuviera destruida.
ARPA desarrolló una nueva tecnología denominada conmutación
de paquetes, cuya principal característica reside en fragmentar
la información, dividirla en porciones de una determinada longitud
a las que se llama paquetes. Cada paquete lleva asociada una cabecera con
datos referentes al destino, origen, códigos de comprobación,
etc. Así, el paquete contiene información suficiente como
para que se le vaya encaminando hacia su destino en los distintos nodos
que atraviese. El camino a seguir, sin embargo, no está preestablecido,
de forma que si una parte de la red cae o es destruida, el flujo de paquetes
será automáticamente encaminado por nodos alternativos. Los
códigos de comprobación permiten conocer la pérdida
o corrupción de paquetes, estableciéndose un mecanismo que
permite la recuperación. Este sistema de transmisión
reúne múltiples ventajas:
- Fiabilidad, independiente de la calidad de líneas utilizadas y de las caídas de la red.
- Distribución más fácil de los datos dado que al contener cada paquete la información necesaria para llegar a su destino, tenemos que paquetes con distinto objetivo pueden compartir un mismo canal o camino de comunicaciones.
- Posibilidad de técnicas de compresión que aumentan la capacidad de transmisión y de encriptado que permiten una codificación, de forma que se asegure la confidencialidad de los datos.
Al igual que los equipos o las conexiones también se evolucionó
en los servicios que ofrecía ARPAnet, ya que si bien al principio
sólo permitía ejecutar programas en modo remoto, en 1972
se introdujo un sistema de correo electrónico, que liberó
a los usuarios de la dependencia de los husos horarios (algo de importancia
evidente en Estados Unidos, por su gran extensión), y supuso un
sorprendente aumento en el tráfico generado, convirtiéndose
en la actividad que mayor volumen generaba, en contra de las previsiones
iniciales.
Para que los ordenadores puedan comunicarse entre sí es necesario
que todos ellos envíen y reciban la información de la misma
manera. La descripción de los pasos a seguir se denomina “protocolo”.
En 1974, se presentó el protocolo “Transmission Control Protocol
/ Internet Protocol” (TCP/IP). Este protocolo proporcionaba un sistema
independiente de intercambio de datos entre ordenadores y redes locales
de distinto origen, eso sí, conservando las ventajas relativas a
la técnica de conmutación de paquetes.
A principios de los ochenta el Departamento de Defensa de Estados Unidos
decidió usar el protocolo TCP/IP para la red ARPAnet, desdoblándola
en Arpanet y Milnet, siendo esta segunda de uso exclusivamente militar,
conectada a Arpanet bajo un tráfico extremadamente controlado. Igualmente
en Europa se creó la red Minet, como extensión de Milnet.
Dado que una gran cantidad de las organismos tenían sus propias
redes de area local (RAL) conectadas a los nodos de la red se fue evolucionando
hacia una red llamada ARPA Internet formada por miles de equipos. El nombre
sufrió algunos cambios más, como: Federal Research Internet,
TCP/IP Internet y finalmente, INTERNET.
Teniendo en cuenta que se estima un crecimiento del censo de
usuarios de Internet de aproximadamente un diez por ciento mensual, se
deduce que para el año dos mil se superarían los trescientos
millones de usuarios conectados a la ‘Red de redes’.
Internet no es
simplemente una red de ordenadores, es decir, unos cuantos ordenadores
conectados entre sí. Se trata de una asociación de miles
de redes conectadas entre sí. Todo ello da lugar a la “RED DE
REDES”, en la que un ordenador de una red puede intercambiar información
con otro situado en una red remota.
En gran parte, este espectacular crecimiento se debe a la notable mejora
en la facilidad de uso de los servicios ofrecidos, dado que, aún
manteniéndose los servicios originales de transferencia de ficheros,
correo electrónico o acceso remoto, la irrupción de la ‘TELARAÑA
MUNDIAL’, World Wide Web (www), un servicio de consulta de documentos
hipertextuales, ha sido el paso definitivo hacia la popularidad de la que
actualmente goza.
Bibliografía: La dinámica de la comunicación
masiva, Dominick Joseph R., Editorial, Mc Graw Hill, octava edición.
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