Las partes que componen un libro Coco Chanel decía que
una mujer nunca es suficientemente rica, ni está suficientemente delgada.
Beethoven, en cambio, afirmaba que nunca se es lo bastante bueno o lo bastante
valiente. Lo cierto es que uno, a estas alturas, ya no sabe a quién creer. De
todas formas gracias por estar aquí. Esta primera sala, nos tememos, puede
resultar un poco árida, pero es imprescindible. La percepción es educación y de
lo que se trata es que usted empiece a ver los libros de una forma diferente.
Efectivamente, un libro es un soporte físico de información, pero también es algo más... es, o debería ser, una obra de arte y un oscuro objeto de deseo. En el principio era el Verbo, más tarde, puso Adán nombres a toda bestia y ave de los cielos y a todo animal del campo. Parece evidente que algo, antes de tener nombre, simplemente no existe. Un libro será, simplemente, un libro, antes de que nombremos las partes que lo componen, después se convertirá en una estructura compleja de arquitectura perfecta.
Planos:
Los planos son las dos caras, anterior y posterior del libro, que se denominan
delante y detrás.
Efectivamente, un libro es un soporte físico de información, pero también es algo más... es, o debería ser, una obra de arte y un oscuro objeto de deseo. En el principio era el Verbo, más tarde, puso Adán nombres a toda bestia y ave de los cielos y a todo animal del campo. Parece evidente que algo, antes de tener nombre, simplemente no existe. Un libro será, simplemente, un libro, antes de que nombremos las partes que lo componen, después se convertirá en una estructura compleja de arquitectura perfecta.
Partes
exteriores:
Cortes
del libro: Todo libro tiene tres cortes, el superior o de cabeza,
el inferior o de pie y el delantero que es el que está opuesto al lomo. El
corte delantero puede ser plano (si el lomo también lo es) o adoptar forma cóncava
cuando el lomo es redondo. A esta forma se le denomina mediacaña.
El corte suele ser blanco o del mismo color del papel,
aunque, en ediciones cuidadas o de mucho manejo, puede dorarse, pintarse,
jaspearse, bruñirse, labrarse, etc.
Cubiertas:
Los planos y el lomo de papel con que se forra el libro para su encuadernación
en rústica se denomina cubiertas. En este caso la cubierta anterior lleva
impreso en nombre del autor, el título de la obra y el pie editorial. En los
encartonados, la cubierta recibe también el nombre de tapa o tabla, y pasta si
se recubre con piel (ver la sala dedicada a las encuadernaciones).
Nervios:
Aunque se refiere a cada una de las cuerdas, cordeles o bramantes que se
colocan en el lomo del libro para reforzar la encuadernación por extensión se
refiere, también, a los salientes que producen en el lomo una vez encuadernado.
Reciben esta denominación porque, originariamente, estaban hechos con nervio de
caballo. Hoy, en la mayoría de los casos, no son más que un adorno y se
denominan nervios falsos u ornamentales.
Tejuelo:
Pequeño trozo de piel, tela, papel o cualquier otro material que se pega al
lomo y que lleva impreso el nombre del autor y el título. Su color suele
contrastar con el de la piel del lomo.
Partes
interiores
Guardas:
Hojas de papel que coloca el encuadernador dobladas por la mitad para
unir el libro y la tapa. Generalmente son de papel distinto usado en el cuerpo
del libro, tanto en el cuerpo como en el gramaje y en el color.
Hojas
de respeto o cortesía: Hoja en blanco que se coloca al principio y al final
del libro. En ediciones de lujo o especiales se colocan dos o más hojas de
cortesía.
Anteportada
o portadilla: Es la hoja anterior a la portada, puede ir en blanco,
aunque generalmente se imprime el título del libro en caracteres abreviados o
menores que el de la portada.
Contraportada:
Es la cara posterior de la anteportada o portadilla, puede ir en blanco o bien
figurar en ella el título general de la obra, cuando ésta consta de varios
tomos. También puede figurar en ella algún grabado con retrato del autor o sin
él.
Frontispicio
o frontis: Es la portada cuando va orlada o decorada
tipográficamente con grabados o alegorías. También se suele denominar frontis a
la contraportada cuando va orlada e ilustrada.
Portada: Es
la página más sobresaliente del libro; especifica de forma más extensa el
título de la obra, el nombre del autor, nombre del prologuista, méritos del
autor o cualquier otra explicación interesante de resaltar, lugar de la
impresión, nombre del impresor y la fecha.
Página
de derechos: Es la que ocupa el reverso de la portada y en ella
figuran los derechos de la obra, número de ediciones, pie de imprenta, etc.
Dedicatoria:
Es el texto con el cual el autor dedica la obra, se suele colocar en el anverso
de la hoja que sigue a la portada. No confundir con dedicatoria autógrafa del
autor que es cuando el autor, de su puño y letra, dedica la obra a una persona
concreta.
Prólogo:
Es el texto previo al cuerpo literario de la obra. El prólogo puede
estar escrito por el autor, editor o por una tercera persona de reconocida
solvencia en el tema que ocupa a la obra. El prólogo puede denominarse prefacio
o introducción.
Preliminares:
Antiguamente se utilizaba una página anterior al texto e incluía Censuras,
Loas, Privilegios, etc. Modernamente está en desuso o bien se utiliza en caso
de existir algún texto de agradecimiento.
Índice:
Es una relación esquemática del contenido del libro. Puede ir al
principio o al final (en las obras científicas al principio y en las literarias
al final). Los índices cronológicos, geográficos, de láminas, etc. suelen ir al
final de la obra.
Colofón:
Se pone al final de la obra (en la última página impar) y en él consta
el lugar de impresión, la fecha y el nombre de la impresión. También incluye el
número de tirada y el escudo del impresor.
Bibliografía: La
dinámica de la comunicación masiva, Dominick Joseph R., Editorial, Mc Graw
Hill, octava edición
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