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miércoles, 28 de diciembre de 2011

En picada la industria del libro

No hay visos de mejora en la industria editorial del libro, la cual se enfrenta a los desgastes de la economía de mercado: el monopolio, la extinción de los puntos de venta, el nulo interés por los bienes culturales y la falta de políticas públicas para desarrollar este nicho, que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en 2003 tuvo un valor de mil 656 millones de pesos.


El escritor y director de Editorial Colibrí, Sandro Cohen, expresa: “el libro está fuera de la conciencia nacional. El libro no existe. Antes sí, pero tesoneramente la derecha mexicana ha hecho que desaparezca de la conciencia del mexicano promedio”.

De ello da cuenta el Estudio Estratégico y Programa Sectorial para Elevar la Competitividad y el Desarrollo Sustentable de la Industria Editorial Mexicana, elaborado por la Fundación Mexicana para la Innovación y Transferencia de Tecnología a la Pequeña y Mediana Empresa (Funtec), la Secretaría de Economía y la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem).

El diagnóstico devela el estado crítico del mercado y destaca que más que mejorar su desempeño, la dinámica del libro se debilita. En 2005 se produjeron 0.60 libros por habitante, lo que significa una reducción del 5 por ciento con respecto a 1998. Además, identifica como problema de fondo la ausencia de políticas públicas a favor de la cadena productiva del libro.

José María Espinasa, presidente de la Alianza de Editoriales Mexicanas Independientes (AEMI) expone: “El libro atraviesa por una crisis que ya ha durado 30 años, crisis de una profundidad creciente que empezó con un pequeño deslizamiento y que ahora va hacia el precipicio. La industria editorial sigue mirando hacia el Estado, como única posibilidad de rescate”.

El también coordinador editorial de El Colegio de México reitera que el gobierno emite leyes y conceptos con carácter demagógico para mantener a la industria editorial en estado de coma.

“El Estado no ve en la industria editorial su importancia, no tanto por los ceros que pueda manejar, sino por la influencia que tiene en el comportamiento social. La lectura crea un tejido social mucho más resistente”.

El exdirector de Grupo Editorial Planeta México y Grupo Patria, Sandro Cohen, subraya que el libro no es una mercancía cualquiera.

“Los libros contienen ideas, universos con los que hay que convivir. A veces hay que descifrarlos o son ellos los que descifran a uno. Las editoriales que están publicando el pensamiento, la creación de los mexicanos, están a la deriva porque no están consideradas como una inversión a futuro en la identidad nacional”.



 Bibliografía: La dinámica de la comunicación masiva, Dominick Joseph R., Editorial, Mc Graw Hill, octava edición

lunes, 26 de diciembre de 2011

Las partes que componen un libro Coco Chanel decía que una mujer nunca es suficientemente rica, ni está suficientemente delgada. Beethoven, en cambio, afirmaba que nunca se es lo bastante bueno o lo bastante valiente. Lo cierto es que uno, a estas alturas, ya no sabe a quién creer. De todas formas gracias por estar aquí. Esta primera sala, nos tememos, puede resultar un poco árida, pero es imprescindible. La percepción es educación y de lo que se trata es que usted empiece a ver los libros de una forma diferente.

Efectivamente, un libro es un soporte físico de información, pero también es algo más... es, o debería ser, una obra de arte y un oscuro objeto de deseo. En el principio era el Verbo, más tarde, puso Adán nombres a toda bestia y ave de los cielos y a todo animal del campo. Parece evidente que algo, antes de tener nombre, simplemente no existe. Un libro será, simplemente, un libro, antes de que nombremos las partes que lo componen, después se convertirá en una estructura compleja de arquitectura perfecta. 



Partes exteriores:

Cortes del libro: Todo libro tiene tres cortes, el superior o de cabeza, el inferior o de pie y el delantero que es el que está opuesto al lomo. El corte delantero puede ser plano (si el lomo también lo es) o adoptar forma cóncava cuando el lomo es redondo. A esta forma se le denomina mediacaña.



El corte suele ser blanco o del mismo color del papel, aunque, en ediciones cuidadas o de mucho manejo, puede dorarse, pintarse, jaspearse, bruñirse, labrarse, etc.




Planos: Los planos son las dos caras, anterior y posterior del libro, que se denominan delante y detrás.



Cubiertas: Los planos y el lomo de papel con que se forra el libro para su encuadernación en rústica se denomina cubiertas. En este caso la cubierta anterior lleva impreso en nombre del autor, el título de la obra y el pie editorial. En los encartonados, la cubierta recibe también el nombre de tapa o tabla, y pasta si se recubre con piel (ver la sala dedicada a las encuadernaciones).



Nervios: Aunque se refiere a cada una de las cuerdas, cordeles o bramantes que se colocan en el lomo del libro para reforzar la encuadernación por extensión se refiere, también, a los salientes que producen en el lomo una vez encuadernado. Reciben esta denominación porque, originariamente, estaban hechos con nervio de caballo. Hoy, en la mayoría de los casos, no son más que un adorno y se denominan nervios falsos u ornamentales.



Tejuelo: Pequeño trozo de piel, tela, papel o cualquier otro material que se pega al lomo y que lleva impreso el nombre del autor y el título. Su color suele contrastar con el de la piel del lomo. 



Partes interiores

Guardas: Hojas de papel que coloca el encuadernador dobladas por la mitad para unir el libro y la tapa. Generalmente son de papel distinto usado en el cuerpo del libro, tanto en el cuerpo como en el gramaje y en el color.



Hojas de respeto o cortesía: Hoja en blanco que se coloca al principio y al final del libro. En ediciones de lujo o especiales se colocan dos o más hojas de cortesía.



Anteportada o portadilla: Es la hoja anterior a la portada, puede ir en blanco, aunque generalmente se imprime el título del libro en caracteres abreviados o menores que el de la portada.



Contraportada: Es la cara posterior de la anteportada o portadilla, puede ir en blanco o bien figurar en ella el título general de la obra, cuando ésta consta de varios tomos. También puede figurar en ella algún grabado con retrato del autor o sin él.



Frontispicio o frontis: Es la portada cuando va orlada o decorada tipográficamente con grabados o alegorías. También se suele denominar frontis a la contraportada cuando va orlada e ilustrada.



Portada: Es la página más sobresaliente del libro; especifica de forma más extensa el título de la obra, el nombre del autor, nombre del prologuista, méritos del autor o cualquier otra explicación interesante de resaltar, lugar de la impresión, nombre del impresor y la fecha.



Página de derechos: Es la que ocupa el reverso de la portada y en ella figuran los derechos de la obra, número de ediciones, pie de imprenta, etc.



Dedicatoria: Es el texto con el cual el autor dedica la obra, se suele colocar en el anverso de la hoja que sigue a la portada. No confundir con dedicatoria autógrafa del autor que es cuando el autor, de su puño y letra, dedica la obra a una persona concreta.



Prólogo: Es el texto previo al cuerpo literario de la obra. El prólogo puede estar escrito por el autor, editor o por una tercera persona de reconocida solvencia en el tema que ocupa a la obra. El prólogo puede denominarse prefacio o introducción.



Preliminares: Antiguamente se utilizaba una página anterior al texto e incluía Censuras, Loas, Privilegios, etc. Modernamente está en desuso o bien se utiliza en caso de existir algún texto de agradecimiento.



Índice: Es una relación esquemática del contenido del libro. Puede ir al principio o al final (en las obras científicas al principio y en las literarias al final). Los índices cronológicos, geográficos, de láminas, etc. suelen ir al final de la obra.



Colofón: Se pone al final de la obra (en la última página impar) y en él consta el lugar de impresión, la fecha y el nombre de la impresión. También incluye el número de tirada y el escudo del impresor. 



 Bibliografía: La dinámica de la comunicación masiva, Dominick Joseph R., Editorial, Mc Graw Hill, octava edición

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Libros

Los libros consisten en un conjunto de hojas de papel, organizadas y encuadernadas que conforman una obra o volumen. Esta obra puede ser literaria, científica o técnica y filosófica, entre muchas otras temáticas.


libros, como se entienden clásicamente, es aquel volumen, escrito en hojas de papel. El cual, posteriormente a estar finalizado, sale a su venta por medio de las librerías. Los libros, puede llegar a tratar, sobre los más diversos temas, de la vida del ser humano. Los hay de cocina, de autos, de perros, de ficción, de drama, de suspenso, de miedo y de mundos mágicos, de fantasía.
Ahora, con respecto a cuál es la historia de los libros, esta comienza con las planchas de barro. Plancha, la cual, era escrita por medio de un punzón, el cual iba desarrollando, principalmente, dibujos que expresaban la idea global, de quien los dibujaba. Es así de precario, el comienzo de la historia de los libros. Historia la cual, se fue forjando de manera bastante pausada y lenta.
Posteriormente, la historia de los libros, toma un giro radical, de la mano de los papiros. Rollo de papel, el cual era utilizado por los romanos, los egipcios y los griegos. Este tipo de papel, el cual era extraído de los juncos que existían en la rivera del río Nilo, eran enrollados por medio de una barra de papel. La mayoría de los papiros, los libros de la antigüedad, eran bastante largos. Pero en la mayoría de los casos, se les reducía su tamaño y se escribían por medio de varios de estos, los cuales eran guardados, en forma de verdaderos tomos.
Para conseguir una copia de los papiros, ya que la historia todavía no había entregado a la humanidad, la imprenta, se tenían que pagar un altísimo precio. Ya que la copia de estos, era realizada por medio de la mano de diversos escribanos. Los cuales se demoraban, bastante, en la copia de la mayoría de los papiros. Por ende, por ser un trabajo tan agotador, es que cobraban tan caro.
De manera posterior, en la historia de los libros, aparece el pergamino, en el siglo II a.c. Que tiene su base de fabricación, en el cuero de los animales de la época. La gracia de los pergaminos, es que podían llegar a durar bastantes años más, que los papiros. Los cuales se desasían meridianamente rápido, como para conservar sus contenidos, a menos que se sacaran copias de ellos, de manera constante.
Posteriormente, en la historia de los libros, aparecen los códices, en el siglo IV d.c. O libros, en latín. Los cuales eran diversas hojas, en forma de cuadernillo, las cuales eran hechas con madera y cubiertas con cera. Por ende, con algo afilado, se podía escribir sobre ellas y, si se requería, se podía borrar. De igual manera, en estos libros, a veces se intercalaban hojas de pergamino, ya que de aquella manera, era aún más fácil escribir. Con el paso de los tiempos, se fueron cambiando las hojas de madera, por las de cuero.
En la Edad Media, los libros fueron escritos principalmente por los diversos monjes de monasterio, que existían en toda Europa. Ellos todavía los escribían a mano. Muchos de los cuales, eran copias de obras clásicas de Grecia y Roma. La mayoría de estos libros, poseían incrustaciones valiosas, oro y otros materiales finos. Por ende, en esta parte de la historia, la cual transcurre en la edad de la unión de la Fe con la Razón, los libros eran muy costosos. Por ende, sólo algunos monarcas, se podían dar el lujo, de comprarlos.
Eso sí, para el Renacimiento europeo, en 1456, el alemán Johann Gutenberg, crea la primera imprenta occidental basada en los tipos móviles de metal. La primera impresión, fue la “Biblia de Gutenberg”.
Uno de los factores contribuyentes a este hecho historico, el cual marca un antes y un después, en la historia de los libros, es que ya existía el papel. El cual fue aprendido por los europeos, de los musulmanes.
Luego de este hecho, en la historia de los libros, prácticamente, nada ha cambiado. Lo único que se ha logrado, es mecanizar aún más el proceso, hacerlo más rápido, a partir de la Revolución Industrial. Lo mismo que ha ocurrido, con la mayoría de la producción mundial de bienes finales.

Bibliografía: La dinámica de la comunicación masiva, Dominick Joseph R., Editorial, Mc Graw Hill, octava edición

lunes, 19 de diciembre de 2011

Revista

La revista es un tipo de publicación, por lo común semanal, que ha de atraerse al lector, no por el interés de la noticia inmediata (que de ello se ocupa cotidianamente el diario) si no por la utilización de otros elementos técnicos entre los que el “grabado” ocupa el primer lugar. A ello viene precisamente la denominación de la “revista” que “revé” o “vuelve a ver”. La revista tiene esas noticias ya dadas a conocer por el diario para incorporarles aditivos que la complementan.

 Han existido revistas que le dan un grado de importancia superior a las imágenes utilizándolas mucho por su posible carga retórica que pueden contener, un ejemplo de esto sería la revista Colors (Italia), que en su primer número que salió a la calle ponen en portada la foto de un recién nacido, como clara metáfora del nacimiento de la revista, lo foto esta muy bien cuidada para que no sea censurada pero no deja de ser impactante logrando captar la vista del espectador. Una revista mexicana que toma como recurso la fotografía para generar un análisis al espectador es la reviste Proceso, donde el imagen adquiere una gran importancia , ya que es una manera de ejemplificar o vislumbrar un texto analítico, otra revista de esta índole es la revista de National Geographic, donde la imagen es el elemento principal de la revista y el texto pasa a ser un “explicativo” de la fotografía.


Para lograr estos resultados en el proceso editorial se tiene que contar con un equipo de fotografía acorde al proyecto editorial, en el caso de revistas como Vanidades y de moda, en cada numero se suele invitar a un fotógrafo de conocido para realizar fotos exclusivas para dicha publicación.


En comparación con el diario, trae valores inéditos como la sugestión del público, la imagen, color, etc. Las relaciones entre la literatura y las revistas son más cercanas y estables que las del periodismo diario, que está mucho más concentrado por el curso rápido y en detalles de la actualidad. En cambio la revista tiene para sus análisis los aspectos más relevantes de un periodo de tiempo superior al diario.revista a una publicación, con periocidad más espaciada, no sometida a la urgencia de la información de actualidad, si no orientada a la divulgación cultural, o a una de sus facetas (arte, ciencia, literatura, etc.) y dirigida a un público de intereses más específicos. 

Jorge Halperín, ex director de la revista 3 puntos entre otras cosas, cree que el mundo de las revistas tiene una atmósfera particular. Dice que existe una zona crucial en las tapas de las revistas, donde no sólo pesa la fuerza del tema a tratar sino el delicadísimo equilibrio de palabras e imágenes: un coctel en el que pequeños deslizamientos en la imagen o las palabras producen resultares no similares. Halperín también habla de ese momento instantáneo que el consumidor se para en el kiosco: la lectura visual y lingüística de la revista se convierte en tema de vida o muerte cuando la compra se decide en treinta o cuarenta segundos. 

Una compra que se elige por el impacto, rápidamente, frente a decenas y decenas de tapas. Halperín habla de las particularidades de las revistas: Primero de todo tienen esa sensualidad de su propuesta gráfica. Las páginas de un semanario aceptan propuestas gráficas con mucha libertad, un uso distinto del color y un real deleite para los ojos de los consumidores o del público. Halperín piensa que hay algo muy placentero en manipular el objeto revista, un tipo de placer que no puede ser imitado por otros medios sean literarios, gráficos o visuales. Esto es la suave textura del papel, la elegancia y diversidad de las tipografías. Las fotografías tienen esa particularidad de ser muchas veces decididamente hermosas o dramáticamente testimoniales.

 Bibliografía: La dinámica de la comunicación masiva, Dominick Joseph R., Editorial, Mc Graw Hill, octava edición

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Proceso de producción

El proceso de producción comienza una vez que esta finalizado el “arte” o “diseño” del trabajo a imprimir. El mismo puede ser confeccionado por la propia imprenta o puede ser realizado por el cliente o su agencia. En cualquier caso, el diseño consiste en un archivo electrónico (en formato Corel Draw – Illustrator – PhotoShop – Acrobat Reader, etc) donde esta grabado todo el material a imprimir.  

A continuación se detallan los principales procesos de producción.

PRE IMPRESIÓN
El departamento de pre impresión o fotomecánica es donde se transforma el diseño que está en un archivo electrónico en las chapas (matrices) que serán montadas en las máquinas impresoras.

Este proceso comienza con el tratamiento del archivo para hacer los retoques necesarios, incluir los textos y gráficos de control de color y de registro (son de uso interno y no llegan al cliente). A su vez se realiza el “armado” del diseño.

Hasta este momento el trabajo a imprimir todavía existe únicamente en formato digital pero ya ha sido preparado para el proceso de impresión. El próximo paso consiste en “filmar” las películas necesarias. Se debe filmar una película por cada tinta (o color) que se utilizará en el proceso de impresión. Así, si el trabajo es una revista que se imprime a cuatro colores (Cyan – Magenta – Amarillo y Negro) se debe filmar 4 películas por cada pliego.

Una vez filmadas todas las películas se procede a “copiar” las chapas donde nuevamente se debe copiar una chapa por cada película existente.

Las chapas son el Output del departamento de pre-impresión. Estas chapas (de aluminio de 0,3 mm de espesor) son las matrices que contienen los textos y gráficos a imprimir. Suelen tener una vida útil de 100.000 impresiones por lo que en trabajos de gran volumen es necesario contar con más de un juego de chapas.

Actualmente esta en franco desarrollo una nueva tecnología llamada CTP por sus siglas en inglés “Computer to Plate”. Esta tecnología permite eliminar el uso de las costosas películas pasando directamente del archivo digital al copiado de la chapa mediante un equipamiento específico. Dicho equipamiento es aún de alto costo y es por eso que Imprimex Argentina no lo tendrá en cuenta en sus primeros años de vida.

IMPRESIÓN
El proceso de impresión que utilizará Imprimex Argentina es el OFFSET alimentado por hojas (también existe OFFSET alimentado por bobinas). Todas las impresoras offset utilizan una tecnología similar de impresión donde las características más importantes de la máquina son su tamaño máximo de impresión (o formato) y su número de cuerpos impresores.

Cuando se comienza un trabajo nuevo, se debe setear todos los parámetros de la máquina: Tamaño de papel, Espesor, Gramaje, etc y se deben montar las chapas para dicho trabajo. Luego se realizan las primeras impresiones para ajustar el nivel de color, la uniformidad, el registro, etc. Estas tareas de seteo reciben el nombre de “arreglo”. Por lo general el arreglo suele demorar entre 30 y 60 minutos dependiendo de la complejidad del trabajo.

Luego de terminado el arreglo se hace la producción (o “tiraje”). Por lo general el tiraje tiene interrupciones para lavar la máquina, cambiar chapas, cambiar la pila de papel en blanco, retirar la pila de papel ya impreso, etc.

El proceso de impresión termina cuando se ha producido el tiraje necesario y se han removido las chapas de ese trabajo dejando la máquina lista para la orden siguiente.

Cabe destacar que la gran mayoría de los trabajos requiere más de una “pasada” por la máquina debido a que la mayoría de las máquinas imprimen el papel de un solo lado y por ende si el trabajo lleva impresión en ambas caras del papel entonces es necesario realizar una pasada en la máquina por cada lado del papel.

POST IMPRESIÓN

Las tareas de post impresión varían de acuerdo con el tipo de trabajo que se está realizando. A modo de ejemplo se enumeran las distintas tareas que se realizan según el tipo de trabajo:

Revistas:
• Doblado de los pliegos
• Intercalado
• Cosido con ganchos
• Corte final
• Empaquetado

Cajas:
• Troquelado
• Descarnado
• Pegado
• Empaquetado


Otras tareas más generales y de mayor valor agregado que pueden aplicarse a cualquier trabajo según lo desee el cliente son: Bajo Relieve, Hot Stamping, Laminado, Barnizado, Numerado, Perforado, Impresión de Información Variable, etc.
 

 Bibliografía: La dinámica de la comunicación masiva, Dominick Joseph R., Editorial, Mc Graw Hill, octava edición

lunes, 12 de diciembre de 2011

Análisis de Medios




Vivimos una época de profundos cambios. La digitalización no sólo ha traído nuevos medios; también, y esto es más importante, unas nuevas posibilidades para el individuo, en sus aspectos de ciudadano y de consumidor.

Ahora tenemos muchos más medios, que no tienen coste para el público y aspiran a financiarse mediante la publicidad. A cambio, la imagen de la publicidad se ha deteriorado; en los últimos años el hastío que ha ido produciendo ha crecido de manera considerable. Las grandes audiencias, uno de los bienes más preciados por el sector, han desaparecido. Y la tecnología hace cada vez más fácil huir de la publicidad. Todo esto hace que nos encontremos en un momento complejo y que no resulte fácil vislumbrar hacia dónde nos dirigiremos en el futuro. Pero no sólo la tecnología; las transformaciones sociales y políticas están definiendo un panorama publicitario completamente nuevo.

La caída del comunismo en Europa del Este y el desarrollo acelerado de la nueva economía en gran parte de Asia están produciendo un cambio trascendental en la distribución mundial de las inversiones publicitarias. Para las grandes multinacionales el rendimiento que obtienen de las inversiones publicitarias en los países emergentes es mucho mayor que el que pueden conseguir en las maduras economías occidentales. Esto está produciendo unos nuevos equilibrios en la publicidad mundial: China es ya el quinto país del mundo por su inversión publicitaria y en pocos años será el tercero; Rusia ha superado a España y se sitúa como el octavo país del mundo por su inversión; pronto la India entrará también en esa carrera.

La tecnología no es la única, pero sí la principal causa de las modificaciones que están experimentando los medios. En pocos años hemos pasado de una sola cadena de televisión que concentraba grandes audiencias, a varias en un primer momento, con el inicio de la fragmentación y a un número casi ilimitado de cadenas, con audiencias mínimas y además deficientemente medidas en la mayoría de los casos, ahora. Por si eso fuera poco, los nuevos dispositivos de grabación personal (PVR o DVR) facilitan el visionado en diferido y el borrado de la publicidad.

La radio digital, que no terminaba de triunfar en su versión DAB, parece que ve abrirse nuevas puertas por la vía del MP3, el iPod o el podcasting. De nuevo opciones que casan mal con los formatos tradicionales de publicidad y que van a exigir un esfuerzo adicional de imaginación a los anunciantes y sus agentes.

La prensa tradicional de pago está viendo cómo se produce una profunda transformación en dos flancos: por un lado la digitalización en sus diversas versiones (diarios on line, pero también noticias en el móvil, confidenciales, blogs de opinión o confección de un medio particular a partir de diversas fuentes: RSS) y por otro el crecimiento espectacular de los diarios gratuitos en papel. Las revistas multiplican su número y su ultraespecialización a la par que viven un retroceso en su número de lectores y tienen dificultades para captar publicidad; la digitalización de sus contenidos no siempre se está haciendo de una manera decidida y con objetivos claros.

El cine crece en la mayor parte de los países (no así en España) y crecerá aún más cuando consiga aprovechar las ventajas del nuevo entorno digital. Pero las descargas ilegales de películas suponen un nuevo factor de distorsión cuyos efectos aún no pueden conocerse totalmente.

La publicidad exterior, el medio más antiguo del mundo, se moderniza tanto en sus posibilidades tecnológicas como en sus formas de comercialización, de la mano de grandes grupos multinacionales: pantallas gigantes en las calles o en los centros comerciales conviven con lonas que envían o reciben mensajes que se pueden ver inmediatamente; estaciones de ferrocarril o aeropuertos pueden convertirse en gigantescos soportes publicitarios. Y tanto Internet como los teléfonos móviles o el creciente mercado de los videojuegos nos ofrecen cada vez más posibilidades para las marcas. 


Al mismo tiempo las fronteras tradicionales entre los medios se difuminan: tenemos diarios, radio o televisión en Internet o en el móvil, Internet en televisión, noticias, música y hasta aromas en las marquesinas de los autobuses y todo tipo de combinaciones imaginables.

Pero lo que es más importante: la relación entre los medios y el consumidor está cambiando radicalmente. Hemos pasado de unos medios que ofrecían unos contenidos concretos (entre ellos la publicidad), en un formato determinado y en un momento concreto, a una situación en la que el consumidor elige qué, cuándo y cómo lee, ve o escucha. Y eso muchas veces quiere decir que lo consumirá sin publicidad… salvo que encontremos fórmulas para entregar contenidos apetecibles a cambio de recibirlos con publicidad. Pero en esta sociedad que se ha dado en llamar 2.0, también se difuminan las fronteras entre los medios y sus consumidores; el ciudadano corriente genera sus propios contenidos (blogs, vídeos colgados en portales de contenidos, portales de fotografía, redes sociales…) y edita cómo quiere recibir los que le proporcionan los medios tradicionales.

En este momento crucial, la publicidad tiene que ser capaz de encontrar la manera de implicar a los consumidores potenciales de sus marcas. Ya no sirve la mera exposición a la publicidad (que además puede ser evitada cada vez más fácilmente), se trata de conseguir que esa publicidad se busque, se comente y se difunda por los propios usuarios. Que enganche, que consiga un consumidor implicado, algo que parece más fácil de conseguir en unos sectores que en otros.

Desaparecen las grandes audiencias y a la par la publicidad dirigida a grandes masas, pero surge la oportunidad de dirigirse a un gran número de pequeños nichos segmentados por áreas de interés con comunicaciones muy personalizadas.
Cómo se medirá todo eso ya es otra cuestión. 
 
 Bibliografía: La dinámica de la comunicación masiva, Dominick Joseph R., Editorial, Mc Graw Hill, octava edición
 

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Historia de la revista


La historia se remonta en el año 1888, 

La aparición de publicaciones periódicas que no fueran solamente informativas data del siglo XVIII en forma de almanaques, que se editaban por años y en los que se entregaban datos útiles sobre el clima, las comunicaciones, la población y otros temas informativos, junto con prosa literaria y poemas de breve extensión. 

Su finalidad era amenizar el ocio de los lectores.

En el transcurso del mismo siglo también nacieron los semanarios, que incluían descripciones de modas y costumbres, acompañadas de crítica social y moral.


Las primeras revistas reunían una gran variedad de materiales para enfocar intereses particulares. Una de las pioneras fue una publicación alemana: Erbauliche Monaths-Unterredungen (Discusiones Mensuales Edificantes), que apareció entre los años 1663 y 1668. Pronto surgieron otras revistas que se fueron difundiendo periódicamente en Francia, Inglaterra e Italia; para la década de 1670 vieron la luz algunas más, ligeras y divertidas. La preliminar de todas ellas fue Le Mercure Galant, en 1672, que más tarde se llamó Mercure de France. A comienzos de siglo XVIII Joseph Addison y Richard Steele crearon The Tatler (1709-1711), la cual aparecía tres veces por semana.
La Enciclopedia Británica las define como “una colección de textos (ensayos, artículos, reportajes, poemas), muchas veces ilustrada, que aparece a intervalos regulares”.

A lo largo del siglo XX, los hermanos Hugo y olivia publicaron estas,la publicación de revistas se fue consolidando como actividad altamente rentable en todo el planeta. Debido a la gran expansión de la televisión y los medios audiovisuales, sumado al aumento del costo del papel, muchas revistas cerraron en las décadas de los 60 y los 70.


Probablemente el país en que más revistas se publican en la actualidad sea Japón —donde existen varios millares de revistas distintas—, seguido de los Estados Unidos.


Es importante señalar que las revistas si bien tuvieron un surgimiento similar al de los periódicos, estas se destacaron por surgir a partir de las iniciativas de una clase intelectual y letrada que pretendían hacer énfasis en ciertos temas de interés en especial los culturales.


Hoy en día es uno de los medios escritos más vendidos y utilizados.

 Bibliografía: La dinámica de la comunicación masiva, Dominick Joseph R., Editorial, Mc Graw Hill, octava edición.

lunes, 5 de diciembre de 2011


En los tiempos de la colonia  la palabra magazine (revista) en ingles significaba “almacén” o “deposito”  hoy en día Magazine, es una publicación de aparición periódica, a intervalos mayores a un día. A diferencia de los diarios o periódicos, orientados principalmente a ofrecer noticias de actualidad más o menos inmediata, las revistas ofrecen una segunda y más exhaustiva revisión de los sucesos, sea de interés general o sobre un tema más especializado. Típicamente están impresas en papel de mayor calidad, con una encuadernación más cuidada y una mayor superficie destinada a la gráfica.

Se puede partir como un inicio de la revista, la aparición de publicaciones periódicas que no fueran solamente informativas, en forma de almanaques; es que hayan incorporado a sus pàginas una variedad de lecturas.

Las primeras revistas reunían una gran variedad de material que era de interés para los lectores. Una de las primeras fue una publicación alemana: "Erbauliche Monaths-Unterredungen" (Discusiones Mensuales Edificantes), que apareció entre los años 1663 y 1668.

Pronto fueron surgiendo (con cierta peridiocidad) más, en otros países de la misma Europa como: Francia, Inglaterra e Italia. Ya para la década de 1670 se dieron a conocer al público algunas revistas de contenido ligero (o de entretenimiento) y divertidas. La más conocida de todas ellas para esa época fue "Le Mercure Galant", que se conoció en el año de 1672. Más tarde esta cambió de nombre a "Mercure de France". 

A comienzos de siglo XVIII Joseph Addison y Richard Steele crearon "The Tatler" (1709-1711), que se editaba tres veces por semana. La Enciclopedia Británica las define como: “una colección de textos (ensayos, artículos, reportajes, poemas), muchas veces ilustradas". 

La publicación de revistas se fue consolidando como actividad altamente rentable en todo el planeta a medida el tiempo transcurría y su consumo se volvía más diverso o hasta especializado. Ahora bien, es importante señalar que las revistas a pesar de ser tan especial, tuvieron un surgimiento similar al de los periódicos de noticias. 

Hoy es uno de los medios escritos más vendido, diverso y consultado tanto por jóvenes como por adultos, mujeres, ancianos, científicos, profesionales o no; cuyo requisito mínimo de comprensión la hace un artículo de fácil uso y difusión. 


Tipos de Revistas.
 
En la actualidad se conocen muchos tipos de revistas, las cuales sirven a audiencias diversas desde infantiles hasta adultas. Entre los tipos de revistas se señalan las especializadas en algún tema en particular: cristianas, juveniles, para niños, para segmentos, o especializadas en cocina, deportes, o algún otro tema de interés, como lo son las revistas culturales, políticas, científicas o literarias. 


Las revistas se clasifican en:
  1. Especializadas
  2. Informativas.
  3. De entretenimiento.
  4. Científicas.
  5. Moda y estilo de vida


 Bibliografía: La dinámica de la comunicación masiva, Dominick Joseph R., Editorial, Mc Graw Hill, octava edición