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jueves, 19 de septiembre de 2013

19 de Septiembre de 1985 (México no volverá a ser el mismo)

Este jueves 19 de septiembre se cumplen 28 años de una de las peores tragedias que ha resentido el país en toda su historia. A las 7:19 horas la ciudad de México se estremeció con un fuerte temblor de tierra que en poco más de dos minutos causó innumerables muertes y destrozos por toda la capital de la república. Después de esos 38 años coinciden de nueva cuenta los meses y los días: hoy es nuevamente jueves 19 de septiembre, y en lugar de temblores, las inundaciones están a la orden del día y superan ya los damnificados del 85.

El terremoto del 19 de septiembre de 1985, fue el más mortífero y destructivo que se ha registrado en la historia de la ciudad de México[2]. El epicentro se localizó en las costas de Michoacán y Guerrero, rotura del contacto entre las placas de Cocos y de Norteamérica, en una extensión de 50 km x 170 km y unos 18 km de profundidad. Su magnitud fue 8.1, según informó el Instituto de Geofísica de la UNAM, con una duración de casi cuatro minutos, de los cuales, un minuto y treinta segundos corresponden a la etapa de mayor movimiento.

Esa mañana, un trágico despertar dejó a su paso: muertos, heridos, desaparecidos, damnificados, edificios públicos, privados y casas habitacionales destruidas; inmuebles en peligro de caer; interrupción en el servicio de agua, energía y teléfonos; fugas de agua y gas; múltiples rupturas en el asfalto y la paralización total en el servicio de transporte colectivo.

La noche del viernes sucede lo peor: vuelve a temblar a las 19:38 hrs, con magnitud de 7.6, duración de un minuto y medio en las coordenadas epicentrales 17.4 latitud norte 102.0 longitud oeste. Como consecuencia, se derrumbaron 20 edificios más y el pánico fue inevitable. Hora y media después del temblor, el Presidente de la República dirigió un mensaje a la población a través de la TV y la radio, en el que expresó su reconocimiento a la población por su "extraordinaria solidaridad".

Entre los edificios colapsados y que por su importancia destacan, están: El Hospital Juárez de 11 pisos, donde se encontraban, se dice, unas 700 personas; la unidad de ginecobstetricia del Hospital General, con más de 500 pacientes y un número indeterminado de niños recién nacidos; el edificio "Nuevo León" en Tlatelolco, donde vivían 185 familias; un multifamiliar de la Unidad Juárez; los hoteles: Regis, Montreal, De Carlo, Romano, Principado y Versalles con un número indeterminado de huéspedes.

Los edificios de gobierno derrumbados fueron el de la Secretaria de Trabajo, FONACOT, SECOFI, el recientemente estrenado Instituto Mexicano de la Radio, una de las torres del conjunto Pino Suárez, tres pisos del ala norte del conjunto de la Secretaria del Consumidor. También se anunció el derrumbe del edificio ocupado por la Policía Judicial Federal. Múltiples viviendas populares de las colonias Roma, Morelos, Guerrero y Tepito también se vinieron abajo.


En diciembre de 1985, sólo tres meses después del temblor que cimbró a la ciudad de México, el escritorCarlos Monsiváis publicó un artículo que tituló "Víctima de su vulnerabilidad, la sociedad civil va callando", en el que echaba abajo el mito de la solidaridad de las personas ante la tragedia.
"Se cantó victoria precipitadamente, es el nuevo lugar común, se magnificó el altruismo inevitable en las catástrofes, y no se previó la inercia del desánimo. Ya pasó la moda de la solidaridad y ahora la moda es el catastrofismo rencoroso", sentenció el cronista.
Al desencanto se sumaron más escritores y periodistas y plasmaron en papel el testimonio de muchas personas que se atrevieron a revelar que no todo fue heroísmo, que también hubo saqueo, oportunismo, morbo, indiferencia, crueldad y silencio.


Fuentes:

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