ANTECEDENTES DE LA COMUNICACIÓN MASIVA
La comunicación dirigida a grandes sectores tiene sus
manifestaciones iniciales en las comunidades primitivas. La horda, el
clan y la tribu, para lograr la vinculación primaria, instrumentan
medios de comunicación acordase a sus incipientes manifestaciones
culturales y sociales.
La gran separación de historia y prehistoria, se cincela en el
maravilloso material de la palabra escrita, en el medio de los símbolos
convencionales, cuando el hombre, producto de la sociedad, es capaz de
hordar e incursionar en la comunicación que permanece.
La paciente labor de los amanuenses en la Edad Media, suplió la
falta de medios masivos, pero a nivel estrictamente de elites.
Reducidísimos grupos eran los que tenían acceso a la información
consignada en los conventos. Recordemos que el proceso de acumulación de
la cultura en esos círculos obedeció a la tendencia generalizada de los
nuevos conquistadores, de repulsa a la cultura y sus manifestaciones,
pues se les consideró como signo de afeminamiento.
Así, el proceso de culturización y rescate de los valores
tradicionales, consignados en manuscritos y otros métodos rudimentarios
de acopio y conservación de información, se llevó al cabo casi en el
clandestinaje, a partir del edicto de Milán.
El imperio Romano primero, y la aparición del Sacro Imperio
después, permitieron la tranquilidad aparente y el clima para que los
eclesiásticos asimilaran las culturas orientales y las codificaran y
decodificaran con la mentalidad, primero de Constantino, y de Carlomagno
después.
Desde ese entonces, el manejo al través de la comunicación fue
posible. El individuo, al leer un texto, queda preso de la palabra
escrita por otro. Su reacción será, en consecuencia, acorde a la
intención inicial del emisor.
Los medios masivos de comunicación han evolucionado mas en los
últimos veinte años, que toda la comunicación en general en los últimos
dos mil. Salvo las regiones marginadas físicamente de las zonas de
influencia de la civilización contemporánea, no hay un solo individuo
que no alcance directa o indirectamente los efectos de la comunicación
social; de ahí su importancia. Es el fenómeno, tal vez, omniabarcante
por excelencia. Su impacto está presente en los niveles consciente e
inconsciente, individual y colectivo, como lo veremos posteriormente, al
analizar su impacto pludimensional, en todos los niveles y sentidos,
tanto de la vida personal como social.
En este breve planteamiento de antecedentes históricos, nos
limitaremos a señalar con trazos muy generales la evolución de los
medios masivos de comunicación. Un antecedente remoto se constituye con
los “heraldos” , personas que a nombre de las autoridades del gobierno
anunciaban, pueblo por pueblo, las distintas órdenes del mismo. El
mester de juglaría desempeñó también un papel importante en la evolución
de la comunicación dirigida a grupos. El juglar, con poemas y
canciones, comunicaban información básica sobre el acontecer social de
la comunidad.
La formalización de la corporación universitaria, fue otro aspecto
que orientó definitivamente la necesidad de comunicar a los grupos un
caudal de información.
La importancia del descubrimiento de la imprenta plantea una nueva dimensión en la relación humana: la letra impresa.
Bibliografía:
La dinámica de la comunicación masiva, Dominick Joseph R., Editorial, Mc Graw Hill,
octava edición.