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lunes, 9 de enero de 2012

Controversia social

Editores (entrevista a un editor)


 
 ¿Pero los textos que publica, le gustan o no?
- Esa es una pregunta que uno intenta desterrar de la decisión. Cuando le preguntaron a Carlos Barral, un mito en la historia editorial en español, porque siendo tan buen editor sus empresas quebraban, respondió: "Cometí un error fundamental, haber confundido mi editorial con mi biblioteca".

¿Qué se necesita para ser un buen editor?
- Un buen modelo de editor es aquel que puede publicar para un público que no existe, pero al cual puede hacer existir. La clave está en proponer cosas que los lectores no saben que quieren, pero que cuando las encuentran se dan cuenta que les eran necesarias y útiles.

¿Cómo se siente cuando rechaza un texto?
- En la relación interpersonal con el autor nunca es cómodo, pero tampoco terrible. El editor se define más por sus rechazos que por sus contrataciones. Sí es feo cuando uno rechaza algo y luego se arrepiente.

¿Se le pueden sugerir cambios de estilo a un autor?
- Hay dos formas de poder. Una, a partir de un acuerdo con el autor acerca de que lo importante no es el texto sino el efecto del texto en el mercado. Son los editores de best sellers que trabajan con el autor introduciendo modificaciones argumentales, estilísticas y de lenguaje que parecen adecuadas para lograr el éxito. La otra, es de quien tiene desde la editorial una empatía absoluta con los propósitos del autor y lo ayuda con una mirada crítica pero de confianza a encontrar recursos que el autor no había hallado. Son estrategias habituales y legítimas.


 Bibliografía: La dinámica de la comunicación masiva, Dominick Joseph R., Editorial, Mc Graw Hill, octava edición.

miércoles, 4 de enero de 2012

Tipos de libros


Libro de Texto                  
Un libro de texto es un manual de  instrucciones o un libro estándar en cualquier rama de estudio.  Los libros de texto surgieron como instrumentos de enseñanza con la invención de la imprenta por Johann Gutenberg.

Libro de Referencia o Consulta       
En términos generales, pueden distinguirse dos clases de textos en la difusión del conocimiento:
  • Fuentes primarias: Textos que presentan por primera vez hallazgos científicos o históricos —como observaciones de laboratorio, transcripciones de experimentos, investigaciones realizadas mediante trabajo de campo, encuestas, censos, transcripciones jurídicas, documentos de época  o que ofrece por primera vez una interpretación teórica de estos hallazgos, incrementando o reestructurando los conocimientos sobre un saber. Textos que exponen de manera más o menos sistemática lo que se presenta y desarrolla en las fuentes primarias. Por ejemplo: enciclopedias, libros de texto, manuales, etc.
Para elaborar las fuentes primarias se necesita un complejo proceso de verificación, que incluye la revisión por pares expertos, la realización de experimentos de cotejo y otros tipos de investigación, se pone en marcha para asegurarse de que la información es fiable.

Científico  
Un científico es, generalmente, una persona que se dedica a producir resultados en la ciencia moderna tanto como antigua haciendo uso del Método científico. La aplicación o acepción es acuñada por Whewell en 1840.



Libro de Viaje        
Se conoce como libro de viaje la publicación de las experiencias y observaciones realizadas por un viajero. Estos libros suelen estar ocasionalmente ilustrados con mapas, dibujos, grabados, fotografías, etcétera, realizadas por el autor o por alguno de sus compañeros de viaje. La literatura sobre viajes en realidad no es nueva, existe desde hace bastante tiempo y ha sido cultivada por muchos autores en todos los continentes. Es un género muy solicitado y que tiene una amplia gama de público. Hoy en día existen publicaciones especializadas sobre el tema, las que son escritas por personas que se dedican expresamente a recorrer el mundo en busca de datos interesantes.


 Bibliografía: La dinámica de la comunicación masiva, Dominick Joseph R., Editorial, Mc Graw Hill, octava edición.

lunes, 2 de enero de 2012

Libros virtuales

Los lugares virtuales conforman una nueva geografía que permanece invisible para nuestros sentidos directos. Pero que sólo sea detectable mediante intermediarios electrónicos no significa que esta geografía esté tan desvinculada de la realidad como para no afectarla con su simple existencia. Los lugares virtuales comparten tantos aspectos con los lugares reales que incluso pueden ser nocivos para el medio ambiente.


Su incidencia en el mundo real ya ha sido estudiada y calibrada, y se ha determinado que los lugares virtuales no son puros e inmaculados como ingenuamente creíamos.
 Por ejemplo, el buscador Google, que ya funciona como una especie de biblioteca de Alejandría, no genera una cantidad de dióxido de carbono tal y como lo haría una biblioteca de semejante tamaño. Pero lo hace. Y más de lo que imagináis. Una simple búsqueda en el buscador genera unos 7 gramos de dióxido de carbono. Para que os hagáis una idea de la cifra, hervir una tetera produce unos 15 gramos. Y es que Google funciona mediante electricidad, y la electricidad es real.
 La electricidad se genera principalmente mediante la combustión de combustibles fósiles como carbón, petróleo o gas. Una simple búsqueda en Google contribuye en el cambio climático del planeta. El mundo digital acarrea unos costes directos e indirectos que aún se están calculando. Google, por supuesto, ha replicado con datos que evidencian que su consumo es menor que el anteriormente dicho, que fue publicado por un doctor en Física de la Universidad de Harvard.

Como también pone en duda otro rumor que corre por ahí que advierte que si el fondo del buscador fuese en negro en vez del actual blanco, se ahorrarían miles de euros al año. La teoría no es consistente, pues se basa en cálculos de consumo energético de pantallas CTR, las de tubo de toda la vida. Hoy en día, sin embargo, el 75 % de los consumidores ya usan pantallas planas TFT, que no diferencian su rango de consumo por el color de los fondos.

Una persona influye en la ecología. Pero una persona virtual, una maraña de bits, como son los avatares del mundo paralelo de Second Life, consume tanta electricidad como el ciudadano brasileño medio, según el artículo de Tyler Pace Digital life identity crisis: tales of security and sustainability.

El libro digital es más sostenible, pues supone la eliminación de hidrocarburos, transporte, supresión de pigmentos, ácidos, cloro, tintas industriales y demás. Sostener un libro en tus manos supone un costo energético incalculable que incluye la fabricación del propio libro, pero también la tala de árboles, el transporte de los troncos a la serrería, el funcionamiento de la fábrica de papel, el combustible de los empleados de esa fábrica de papel, la fabricación de librerías y estanterías para exponer el libro y un interminable etcétera.

Todo lo virtual, aunque en apariencia parezca inexistente, puede tener muchos más componentes e influencias en la realidad de lo que en un principio podríamos imaginar. Y con el transcurso del tiempo, los lugares virtuales cada vez serán más reales.
 Bibliografía: La dinámica de la comunicación masiva, Dominick Joseph R., Editorial, Mc Graw Hill, octava edición.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

En picada la industria del libro

No hay visos de mejora en la industria editorial del libro, la cual se enfrenta a los desgastes de la economía de mercado: el monopolio, la extinción de los puntos de venta, el nulo interés por los bienes culturales y la falta de políticas públicas para desarrollar este nicho, que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en 2003 tuvo un valor de mil 656 millones de pesos.


El escritor y director de Editorial Colibrí, Sandro Cohen, expresa: “el libro está fuera de la conciencia nacional. El libro no existe. Antes sí, pero tesoneramente la derecha mexicana ha hecho que desaparezca de la conciencia del mexicano promedio”.

De ello da cuenta el Estudio Estratégico y Programa Sectorial para Elevar la Competitividad y el Desarrollo Sustentable de la Industria Editorial Mexicana, elaborado por la Fundación Mexicana para la Innovación y Transferencia de Tecnología a la Pequeña y Mediana Empresa (Funtec), la Secretaría de Economía y la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem).

El diagnóstico devela el estado crítico del mercado y destaca que más que mejorar su desempeño, la dinámica del libro se debilita. En 2005 se produjeron 0.60 libros por habitante, lo que significa una reducción del 5 por ciento con respecto a 1998. Además, identifica como problema de fondo la ausencia de políticas públicas a favor de la cadena productiva del libro.

José María Espinasa, presidente de la Alianza de Editoriales Mexicanas Independientes (AEMI) expone: “El libro atraviesa por una crisis que ya ha durado 30 años, crisis de una profundidad creciente que empezó con un pequeño deslizamiento y que ahora va hacia el precipicio. La industria editorial sigue mirando hacia el Estado, como única posibilidad de rescate”.

El también coordinador editorial de El Colegio de México reitera que el gobierno emite leyes y conceptos con carácter demagógico para mantener a la industria editorial en estado de coma.

“El Estado no ve en la industria editorial su importancia, no tanto por los ceros que pueda manejar, sino por la influencia que tiene en el comportamiento social. La lectura crea un tejido social mucho más resistente”.

El exdirector de Grupo Editorial Planeta México y Grupo Patria, Sandro Cohen, subraya que el libro no es una mercancía cualquiera.

“Los libros contienen ideas, universos con los que hay que convivir. A veces hay que descifrarlos o son ellos los que descifran a uno. Las editoriales que están publicando el pensamiento, la creación de los mexicanos, están a la deriva porque no están consideradas como una inversión a futuro en la identidad nacional”.



 Bibliografía: La dinámica de la comunicación masiva, Dominick Joseph R., Editorial, Mc Graw Hill, octava edición

lunes, 26 de diciembre de 2011

Las partes que componen un libro Coco Chanel decía que una mujer nunca es suficientemente rica, ni está suficientemente delgada. Beethoven, en cambio, afirmaba que nunca se es lo bastante bueno o lo bastante valiente. Lo cierto es que uno, a estas alturas, ya no sabe a quién creer. De todas formas gracias por estar aquí. Esta primera sala, nos tememos, puede resultar un poco árida, pero es imprescindible. La percepción es educación y de lo que se trata es que usted empiece a ver los libros de una forma diferente.

Efectivamente, un libro es un soporte físico de información, pero también es algo más... es, o debería ser, una obra de arte y un oscuro objeto de deseo. En el principio era el Verbo, más tarde, puso Adán nombres a toda bestia y ave de los cielos y a todo animal del campo. Parece evidente que algo, antes de tener nombre, simplemente no existe. Un libro será, simplemente, un libro, antes de que nombremos las partes que lo componen, después se convertirá en una estructura compleja de arquitectura perfecta. 



Partes exteriores:

Cortes del libro: Todo libro tiene tres cortes, el superior o de cabeza, el inferior o de pie y el delantero que es el que está opuesto al lomo. El corte delantero puede ser plano (si el lomo también lo es) o adoptar forma cóncava cuando el lomo es redondo. A esta forma se le denomina mediacaña.



El corte suele ser blanco o del mismo color del papel, aunque, en ediciones cuidadas o de mucho manejo, puede dorarse, pintarse, jaspearse, bruñirse, labrarse, etc.




Planos: Los planos son las dos caras, anterior y posterior del libro, que se denominan delante y detrás.



Cubiertas: Los planos y el lomo de papel con que se forra el libro para su encuadernación en rústica se denomina cubiertas. En este caso la cubierta anterior lleva impreso en nombre del autor, el título de la obra y el pie editorial. En los encartonados, la cubierta recibe también el nombre de tapa o tabla, y pasta si se recubre con piel (ver la sala dedicada a las encuadernaciones).



Nervios: Aunque se refiere a cada una de las cuerdas, cordeles o bramantes que se colocan en el lomo del libro para reforzar la encuadernación por extensión se refiere, también, a los salientes que producen en el lomo una vez encuadernado. Reciben esta denominación porque, originariamente, estaban hechos con nervio de caballo. Hoy, en la mayoría de los casos, no son más que un adorno y se denominan nervios falsos u ornamentales.



Tejuelo: Pequeño trozo de piel, tela, papel o cualquier otro material que se pega al lomo y que lleva impreso el nombre del autor y el título. Su color suele contrastar con el de la piel del lomo. 



Partes interiores

Guardas: Hojas de papel que coloca el encuadernador dobladas por la mitad para unir el libro y la tapa. Generalmente son de papel distinto usado en el cuerpo del libro, tanto en el cuerpo como en el gramaje y en el color.



Hojas de respeto o cortesía: Hoja en blanco que se coloca al principio y al final del libro. En ediciones de lujo o especiales se colocan dos o más hojas de cortesía.



Anteportada o portadilla: Es la hoja anterior a la portada, puede ir en blanco, aunque generalmente se imprime el título del libro en caracteres abreviados o menores que el de la portada.



Contraportada: Es la cara posterior de la anteportada o portadilla, puede ir en blanco o bien figurar en ella el título general de la obra, cuando ésta consta de varios tomos. También puede figurar en ella algún grabado con retrato del autor o sin él.



Frontispicio o frontis: Es la portada cuando va orlada o decorada tipográficamente con grabados o alegorías. También se suele denominar frontis a la contraportada cuando va orlada e ilustrada.



Portada: Es la página más sobresaliente del libro; especifica de forma más extensa el título de la obra, el nombre del autor, nombre del prologuista, méritos del autor o cualquier otra explicación interesante de resaltar, lugar de la impresión, nombre del impresor y la fecha.



Página de derechos: Es la que ocupa el reverso de la portada y en ella figuran los derechos de la obra, número de ediciones, pie de imprenta, etc.



Dedicatoria: Es el texto con el cual el autor dedica la obra, se suele colocar en el anverso de la hoja que sigue a la portada. No confundir con dedicatoria autógrafa del autor que es cuando el autor, de su puño y letra, dedica la obra a una persona concreta.



Prólogo: Es el texto previo al cuerpo literario de la obra. El prólogo puede estar escrito por el autor, editor o por una tercera persona de reconocida solvencia en el tema que ocupa a la obra. El prólogo puede denominarse prefacio o introducción.



Preliminares: Antiguamente se utilizaba una página anterior al texto e incluía Censuras, Loas, Privilegios, etc. Modernamente está en desuso o bien se utiliza en caso de existir algún texto de agradecimiento.



Índice: Es una relación esquemática del contenido del libro. Puede ir al principio o al final (en las obras científicas al principio y en las literarias al final). Los índices cronológicos, geográficos, de láminas, etc. suelen ir al final de la obra.



Colofón: Se pone al final de la obra (en la última página impar) y en él consta el lugar de impresión, la fecha y el nombre de la impresión. También incluye el número de tirada y el escudo del impresor. 



 Bibliografía: La dinámica de la comunicación masiva, Dominick Joseph R., Editorial, Mc Graw Hill, octava edición

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Libros

Los libros consisten en un conjunto de hojas de papel, organizadas y encuadernadas que conforman una obra o volumen. Esta obra puede ser literaria, científica o técnica y filosófica, entre muchas otras temáticas.


libros, como se entienden clásicamente, es aquel volumen, escrito en hojas de papel. El cual, posteriormente a estar finalizado, sale a su venta por medio de las librerías. Los libros, puede llegar a tratar, sobre los más diversos temas, de la vida del ser humano. Los hay de cocina, de autos, de perros, de ficción, de drama, de suspenso, de miedo y de mundos mágicos, de fantasía.
Ahora, con respecto a cuál es la historia de los libros, esta comienza con las planchas de barro. Plancha, la cual, era escrita por medio de un punzón, el cual iba desarrollando, principalmente, dibujos que expresaban la idea global, de quien los dibujaba. Es así de precario, el comienzo de la historia de los libros. Historia la cual, se fue forjando de manera bastante pausada y lenta.
Posteriormente, la historia de los libros, toma un giro radical, de la mano de los papiros. Rollo de papel, el cual era utilizado por los romanos, los egipcios y los griegos. Este tipo de papel, el cual era extraído de los juncos que existían en la rivera del río Nilo, eran enrollados por medio de una barra de papel. La mayoría de los papiros, los libros de la antigüedad, eran bastante largos. Pero en la mayoría de los casos, se les reducía su tamaño y se escribían por medio de varios de estos, los cuales eran guardados, en forma de verdaderos tomos.
Para conseguir una copia de los papiros, ya que la historia todavía no había entregado a la humanidad, la imprenta, se tenían que pagar un altísimo precio. Ya que la copia de estos, era realizada por medio de la mano de diversos escribanos. Los cuales se demoraban, bastante, en la copia de la mayoría de los papiros. Por ende, por ser un trabajo tan agotador, es que cobraban tan caro.
De manera posterior, en la historia de los libros, aparece el pergamino, en el siglo II a.c. Que tiene su base de fabricación, en el cuero de los animales de la época. La gracia de los pergaminos, es que podían llegar a durar bastantes años más, que los papiros. Los cuales se desasían meridianamente rápido, como para conservar sus contenidos, a menos que se sacaran copias de ellos, de manera constante.
Posteriormente, en la historia de los libros, aparecen los códices, en el siglo IV d.c. O libros, en latín. Los cuales eran diversas hojas, en forma de cuadernillo, las cuales eran hechas con madera y cubiertas con cera. Por ende, con algo afilado, se podía escribir sobre ellas y, si se requería, se podía borrar. De igual manera, en estos libros, a veces se intercalaban hojas de pergamino, ya que de aquella manera, era aún más fácil escribir. Con el paso de los tiempos, se fueron cambiando las hojas de madera, por las de cuero.
En la Edad Media, los libros fueron escritos principalmente por los diversos monjes de monasterio, que existían en toda Europa. Ellos todavía los escribían a mano. Muchos de los cuales, eran copias de obras clásicas de Grecia y Roma. La mayoría de estos libros, poseían incrustaciones valiosas, oro y otros materiales finos. Por ende, en esta parte de la historia, la cual transcurre en la edad de la unión de la Fe con la Razón, los libros eran muy costosos. Por ende, sólo algunos monarcas, se podían dar el lujo, de comprarlos.
Eso sí, para el Renacimiento europeo, en 1456, el alemán Johann Gutenberg, crea la primera imprenta occidental basada en los tipos móviles de metal. La primera impresión, fue la “Biblia de Gutenberg”.
Uno de los factores contribuyentes a este hecho historico, el cual marca un antes y un después, en la historia de los libros, es que ya existía el papel. El cual fue aprendido por los europeos, de los musulmanes.
Luego de este hecho, en la historia de los libros, prácticamente, nada ha cambiado. Lo único que se ha logrado, es mecanizar aún más el proceso, hacerlo más rápido, a partir de la Revolución Industrial. Lo mismo que ha ocurrido, con la mayoría de la producción mundial de bienes finales.

Bibliografía: La dinámica de la comunicación masiva, Dominick Joseph R., Editorial, Mc Graw Hill, octava edición

lunes, 19 de diciembre de 2011

Revista

La revista es un tipo de publicación, por lo común semanal, que ha de atraerse al lector, no por el interés de la noticia inmediata (que de ello se ocupa cotidianamente el diario) si no por la utilización de otros elementos técnicos entre los que el “grabado” ocupa el primer lugar. A ello viene precisamente la denominación de la “revista” que “revé” o “vuelve a ver”. La revista tiene esas noticias ya dadas a conocer por el diario para incorporarles aditivos que la complementan.

 Han existido revistas que le dan un grado de importancia superior a las imágenes utilizándolas mucho por su posible carga retórica que pueden contener, un ejemplo de esto sería la revista Colors (Italia), que en su primer número que salió a la calle ponen en portada la foto de un recién nacido, como clara metáfora del nacimiento de la revista, lo foto esta muy bien cuidada para que no sea censurada pero no deja de ser impactante logrando captar la vista del espectador. Una revista mexicana que toma como recurso la fotografía para generar un análisis al espectador es la reviste Proceso, donde el imagen adquiere una gran importancia , ya que es una manera de ejemplificar o vislumbrar un texto analítico, otra revista de esta índole es la revista de National Geographic, donde la imagen es el elemento principal de la revista y el texto pasa a ser un “explicativo” de la fotografía.


Para lograr estos resultados en el proceso editorial se tiene que contar con un equipo de fotografía acorde al proyecto editorial, en el caso de revistas como Vanidades y de moda, en cada numero se suele invitar a un fotógrafo de conocido para realizar fotos exclusivas para dicha publicación.


En comparación con el diario, trae valores inéditos como la sugestión del público, la imagen, color, etc. Las relaciones entre la literatura y las revistas son más cercanas y estables que las del periodismo diario, que está mucho más concentrado por el curso rápido y en detalles de la actualidad. En cambio la revista tiene para sus análisis los aspectos más relevantes de un periodo de tiempo superior al diario.revista a una publicación, con periocidad más espaciada, no sometida a la urgencia de la información de actualidad, si no orientada a la divulgación cultural, o a una de sus facetas (arte, ciencia, literatura, etc.) y dirigida a un público de intereses más específicos. 

Jorge Halperín, ex director de la revista 3 puntos entre otras cosas, cree que el mundo de las revistas tiene una atmósfera particular. Dice que existe una zona crucial en las tapas de las revistas, donde no sólo pesa la fuerza del tema a tratar sino el delicadísimo equilibrio de palabras e imágenes: un coctel en el que pequeños deslizamientos en la imagen o las palabras producen resultares no similares. Halperín también habla de ese momento instantáneo que el consumidor se para en el kiosco: la lectura visual y lingüística de la revista se convierte en tema de vida o muerte cuando la compra se decide en treinta o cuarenta segundos. 

Una compra que se elige por el impacto, rápidamente, frente a decenas y decenas de tapas. Halperín habla de las particularidades de las revistas: Primero de todo tienen esa sensualidad de su propuesta gráfica. Las páginas de un semanario aceptan propuestas gráficas con mucha libertad, un uso distinto del color y un real deleite para los ojos de los consumidores o del público. Halperín piensa que hay algo muy placentero en manipular el objeto revista, un tipo de placer que no puede ser imitado por otros medios sean literarios, gráficos o visuales. Esto es la suave textura del papel, la elegancia y diversidad de las tipografías. Las fotografías tienen esa particularidad de ser muchas veces decididamente hermosas o dramáticamente testimoniales.

 Bibliografía: La dinámica de la comunicación masiva, Dominick Joseph R., Editorial, Mc Graw Hill, octava edición